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Nuria Díaz: «El dibujo es un medio fantástico para el autoconocimiento»

De pequeña, Nuria Díaz, quería hacer dibujos animados. Atraída por el mundo de la creatividad estudió Bellas Artes en Vigo y durante un tiempo se dedicó al diseño gráfico. Pero el dibujo era lo suyo y, tal y como cuenta en su página web, después de realizar distintos trabajos, se reecontró con él. En 2010 empezó su carrera profesional como ilustradora. Desde entonces ha trabajado en diversos ámbitos de la ilustración, desde la infantil hasta la de producto. Hoy nos cuenta las emociones que siente al dibujar, actividad que le hace descansar al igual que el mejor colchón del mundo.
 

¿Qué sientes cuando escribes o dibujas? ¿Lo entiendes en conjunto?

Realmente yo me considero solo ilustradora ya que me expreso con imágenes. El libro de El gran hotel Wes Anderson también lo escribí, pero de momento es el único. Siempre he trabajado en ilustración por encargo, con textos de otros autores.
Para hacer este libro realmente el tema del texto me costó bastante, así que primero hice una estructura visual de lo que quería contar y luego en base a eso me puse con los textos. No hubo un texto primero y luego unas ilustraciones como suele ser cuando trabajo por encargo. Este libro es una biografía ilustrada, la información estaba ahí fuera, y yo la estructuré y le di mi punto de vista.
En otro tipo de encargos como por ejemplo del álbum ilustrado, la unión entre texto e imágenes es más íntima.

¿Qué te llevó a dedicarte a la ilustración?

Siempre digo que la ilustración se puso en mi camino. Yo dibujé desde siempre pero nunca me planteaba el hecho de ser ilustradora. Nunca tampoco había pensado en la ilustración como profesión. De pequeña quería hacer dibujos animados e hice Bellas Artes porque creía que era lo que tenía que hacer porque me atraía el mundo de la creatividad. Pero un poco a ciegas.   Al acabar la carrera me enfoqué hacia el mundo del diseño gráfico y esa fue mi profesión hasta que me quedé en paro en 2010 y retomé el dibujo y me empezó a interesar el tema de la ilustración infantil.

¿Es difícil ser artista en los tiempos que corren? ¿Cómo ves el futuro?

Ser artista o trabajar en algún tipo de profesión relacionada con la creatividad en este país es realmente muy complicado. Hay un gran desajuste entre el trabajo que realizas y la remuneración económica, a parte del tema fiscal y de autónomos que nos hace pagar una cuota desorbitada tengamos o no ingresos. Además, parece que, si tu profesión está relacionada con algo que te gusta, realmente no termina de verse como una profesión “seria”. No está totalmente valorada.
En cuanto al futuro, la verdad es que no miro muy a largo plazo.

En uno de tus posts del blog, dices que todo el mundo de pequeño dibuja, pero llega un momento en que dejamos de hacerlo. ¿Por qué crees que dejamos de dibujar cuándo nos hacemos mayores?

Un niño dibuja aún antes de saber escribir, porque surge de una manera espontánea. Es nuestro primer contacto para expresarnos de una manera gráfica. Sin embargo, según vamos creciendo dejamos de hacerlo. No creo que haya un motivo único por el que dejamos de dibujar, pero si muchos factores que ayudan.
Por una parte, el sistema educativo no lo pone fácil para poder explorar la propia creatividad. El foco de atención se centra en otras materias, que se consideran prioritarias, y la educación artística queda en un segundo plano porque se le considera un pasatiempo y no un lenguaje. Y esto nos va condicionando un poco en nuestro propio desarrollo creativo.
De pequeños no le damos tanta importancia a que el dibujo esté bien o mal, de hecho, siempre solemos estar orgullosos, es muy normal que los niños pequeños firmen sus dibujos. Pero luego aparece la autocensura y vergüenza (creemos que dibujamos mal y dejamos de hacerlo). Cuando somos mayores tenemos otras preocupaciones y adquirimos un carácter más enfocado a lo práctico no tanto a lo creativo. El ilustrador Puño lo explica muy bien en una charla que se puede ver en Youtube.
El dibujo es un medio fantástico para visualizar problemas, para el autoconocimiento, crea también una alfabetización cultural, estimula la imaginación y el pensamiento….

Nuria Díaz dibujando.

A la hora de consumir cultura, ¿a través de qué canales lo haces? ¿Nos puedes dar algunos referentes? (Revistas, Instagram, libros, etc.).

Suelo ver cine, leer (leo muchos álbumes ilustrados y literatura infantil pero también otros géneros como ensayo y biografías) y consumir podcasts, que es algo que me encanta hacer mientras trabajo.

¿Por qué crees que la ilustración se encuentra entre el diseño y el arte?

La ilustración consiste en ofrecer un servicio y lo que hace es solucionar un problema, en cambio el arte lo que hace es plantear un problema.
Mi opinión es que el objetivo principal de la ilustración es comunicar de la mejor manera posible aquello que nos encarga el cliente y el arte es una expresión más personal que pocas veces tiene que ver con resolver un problema de alguien externo a ti. La línea está muy diluida y puede traspasarse de vez en cuando de un sitio a otro.
Por lo tanto, la ilustración se encontraría en el medio del diseño y el arte.

Como toda persona, debes tener una serie de sueños ¿Nos hablas del tuyo?

Bueno me gustaría seguir viviendo de la ilustración muchos años más, seguir formándome y aprendiendo. Creo que lo que más me ha aportado esta profesión es la posibilidad de poder trabajar en diferentes ámbitos: ilustración de libros, de publicidad, para productos… Es una profesión muy versátil y engloba muchos temas diversos. Hay retos constantes.

¿Qué ha significado para ti la experiencia de emprender? 

Realmente emprendí porque quería dedicarme a crear mi propio contenido, sin pensar tampoco en las consecuencias ni en lo que significa.
Al emprender tienes que ser consciente de que vas a tener unas ciertas ventajas y otros tantos inconvenientes. Entre las cosas buenas está el hecho de poder organizar tu propio horario de trabajo o poder decir que no a según qué encargos. Y entre las cosas no tan buenas está tener que lidiar con la incertidumbre de no saber cuánto vas a cobrar mes a mes, tener que trabajar muchas más horas que si estuvieses en una empresa por cuenta ajena y sobre todo el tema del pago de los autónomos.
Todo tiene luces y sombras. En redes parece que los ilustradores tengamos unas vidas ideales, rodeados de pinturas y creatividad, en estudios super iluminados y viviendo la vida bohemia y no es cierto.

¿Crees que las RRSS son importantes para tu trabajo?

Las redes son importantes para mostrar nuestro trabajo, pero también tenemos que aprender a usarlas correctamente. Ser constantes, mantener el feedback con nuestros seguidores, una uniformidad…

¿Qué te empujó a escribir el libro sobre Wes Anderson?

A mí siempre me gustó Wes Anderson y el proyecto me lo propuso Javier, el editor de Lunwerg. Nos conocimos hace varios años en Valladolid, en un festival de ilustración en el que se hacían revisiones de portafolios entre ilustradores y editores. Yo llevaba en mi portafolio una ilustración de Moonrise Kingdom (una de las películas de Wes Anderson) y Javier se quedó con esa idea. Él mismo me planteo el proyecto años después. Según él, mi estilo se adecuaba perfectamente al estilo visual de Anderson. Realmente vimos que no había ningún libro ilustrado en España de estas características, la idea me entusiasmó y me puse a ello.

Ilustraciones y material creativo de El Gran Hotel Wes Anderson.

Hemos podido leer que en tu proceso creativo viste las películas del autor en bucle y te documentaste durante 5 meses ¿Al final soñaste con alguno los personajes? ¿Con cuál te identificarías?

¡Yo creo que soñé con todos y hasta con el propio Anderson! Creo que es normal cuando estás tan enfrascada en un proyecto de este tipo, hasta veía la vida con un filtro «andersoniano», simetrías en todos lados ejejej.
No es que me identifique con algún personaje en particular. Todos nos podemos sentir identificados con rasgos de la personalidad de alguno de sus personajes porque, aunque tienen muchos matices, comparten elementos en común. Como por ejemplo que siempre están afligidos, pero conservan su humor o tienen constantes problemas con su familia y amigos.
De mis personajes favoritos están Suzy de Moonrise Kingdom por su fortaleza, Margot de Los Tenenbaums por su independencia y Max Fisher de Academia Rushmore, que al principio me daba un poco de rabia, pero poco a poco me empezó a parecer un personaje entrañable con una profunda crisis existencial a camino entre lo que es ser niño y adulto.

¿En qué nuevos proyectos estás trabajando?

Acabé ahora un par de libros que se van a publicar en Galicia y estoy trabajando en dos más que se publicarán a nivel de España en otoño. Pero solo como ilustradora.
 
 

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