Bienestar Descanso

La ciencia del sueño: Qué ocurre en tu cuerpo mientras duermes

El sueño es un proceso mucho más complejo y fascinante de lo que parece a simple vista. Aunque pasamos un tercio de nuestras vidas durmiendo, el misterio de lo que sucede en nuestro cuerpo durante este tiempo ha sido objeto de estudio durante siglos. En la actualidad, gracias a los avances en neurociencia y medicina, podemos comprender mejor la ciencia del sueño y los procesos fisiológicos que se desencadenan mientras dormimos.

Desde Grupo Todoplano, exploraremos lo que realmente sucede en tu cuerpo durante el sueño, desde los ciclos del sueño hasta los beneficios esenciales para la salud.

El Ciclo del sueño: Etapas y fases

El sueño no es un estado único, sino que se compone de varios ciclos que se repiten a lo largo de la noche. Cada ciclo dura aproximadamente 90 minutos y se divide en diferentes etapas, que son cruciales para la restauración del cuerpo y la mente.

Sueño No REM (NREM):

Fase 1: Esta es la etapa de adormecimiento, en la que pasas de la vigilia al sueño. Es un estado ligero y breve, donde aún puedes ser fácilmente despertado.
Fase 2: Aquí el cuerpo comienza a relajarse más profundamente. La frecuencia cardíaca disminuye, la temperatura corporal baja y las ondas cerebrales se ralentizan. Esta fase constituye la mayor parte del tiempo total de sueño.
Fase 3: También conocida como sueño profundo o sueño de ondas lentas, esta fase es esencial para la reparación física del cuerpo. Durante este tiempo, el cuerpo produce hormonas de crecimiento, repara tejidos y fortalece el sistema inmunológico.
Sueño REM (Movimiento Rápido de los Ojos):

Esta fase se caracteriza por movimientos oculares rápidos y una actividad cerebral similar a la vigilia. Es en esta etapa donde ocurren la mayoría de los sueños. A pesar de la intensa actividad cerebral, los músculos principales del cuerpo están temporalmente paralizados, lo que impide que actúes físicamente lo que estás soñando.

 

Lo que ocurre en tu cuerpo durante el sueño

El sueño es mucho más que un simple descanso para el cuerpo; es un proceso activo que afecta a casi todos los sistemas del cuerpo. Veamos qué ocurre en algunas de las funciones corporales clave durante el sueño.

1. Cerebro: El Mantenimiento nocturno
Durante el sueño, el cerebro realiza una especie de mantenimiento nocturno. Se limpia de toxinas, como la proteína beta-amiloide, que se ha relacionado con enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Además, durante el sueño REM, el cerebro procesa y consolida la información aprendida durante el día, lo que fortalece la memoria y las habilidades cognitivas.

2. Corazón y sistema circulatorio: Un descanso necesario
El sistema cardiovascular también se beneficia enormemente del sueño. Durante las etapas profundas del sueño, la presión arterial disminuye y la frecuencia cardíaca se ralentiza. Este «descanso» es crucial para la salud cardiovascular a largo plazo, ayudando a reducir el riesgo de enfermedades del corazón, hipertensión y accidentes cerebrovasculares.

3. Sistema inmunológico: La defensa en marcha
El sueño es un momento clave para el sistema inmunológico. Durante el sueño profundo, el cuerpo produce citocinas, proteínas que ayudan a combatir infecciones, inflamaciones y el estrés. Dormir bien fortalece tu capacidad para resistir infecciones y recuperarte de enfermedades.

4. Hormonas: Regulación y producción
El sueño juega un papel esencial en la regulación hormonal. Durante el sueño profundo, el cuerpo libera la hormona del crecimiento, que es vital para el desarrollo y la reparación de tejidos. Además, el sueño afecta la producción de hormonas relacionadas con el apetito, como la leptina y la grelina, lo que influye en tu sensación de hambre y saciedad durante el día.

5. Piel: El momento de la regeneración
La piel también se regenera durante el sueño. La producción de colágeno, una proteína crucial para la elasticidad y firmeza de la piel, aumenta durante el sueño profundo. Además, la reducción de cortisol, la hormona del estrés, durante la noche permite que la piel se recupere de los daños sufridos durante el día.

Los efectos de la falta de sueño

La privación del sueño puede tener consecuencias graves para la salud. La falta de sueño afecta negativamente la función cognitiva, la memoria, el estado de ánimo y la capacidad de tomar decisiones. A largo plazo, la privación de sueño se ha asociado con un mayor riesgo de enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y la depresión.

Además, la falta de sueño afecta el sistema inmunológico, haciéndote más susceptible a infecciones y prolongando el tiempo de recuperación de enfermedades. La piel también sufre: la falta de sueño puede provocar un aumento del envejecimiento cutáneo, ojeras y una tez apagada.

El sueño es un componente fundamental para el bienestar general. No solo te permite descansar, sino que activa una serie de procesos vitales para tu salud física y mental. Desde la reparación de tejidos hasta la consolidación de la memoria, cada fase del sueño juega un papel crucial en tu salud.

Asegurarse de dormir entre 7 y 9 horas por noche no es un lujo, sino una necesidad para mantener el equilibrio de todos los sistemas corporales. Priorizar el sueño y entender su importancia puede ser una de las mejores decisiones que tomes para tu salud a largo plazo.