Bienestar Descanso

El sueño del bebé en su primer año: Guía completa para padres

El sueño es uno de los aspectos más importantes del desarrollo de un bebé durante su primer año de vida. Un descanso adecuado no solo es crucial para su crecimiento físico y cognitivo, sino que también influye en el bienestar de los padres. Sin embargo, el sueño infantil puede ser un desafío, ya que cambia rápidamente con el crecimiento del bebé. En esta guía completa que os ofrece Grupo Todoplano, exploraremos las diferentes etapas del sueño, consejos prácticos para establecer una rutina saludable y estrategias para manejar los despertares nocturnos.

Etapas del sueño en el primer año

El patrón de sueño de un bebé evoluciona con rapidez en su primer año. A continuación, desglosamos las principales etapas:

Recién nacido (0-3 meses)

Los recién nacidos duermen entre 14 y 17 horas al día, en periodos de dos a cuatro horas. A esta edad, no distinguen entre el día y la noche, por lo que los despertares nocturnos son frecuentes para alimentarse.

Consejos:

  • Mantener una rutina relajante antes de dormir.
  • Exponer al bebé a la luz natural durante el día para ayudar a desarrollar su ritmo circadiano.
  • Evitar luces brillantes y sonidos fuertes durante la noche.

3-6 meses

A partir de los tres meses, muchos bebés comienzan a dormir por periodos más largos durante la noche. La cantidad total de sueño sigue siendo de 12 a 16 horas diarias.
Consejos:

  • Establecer una rutina constante para dormir.
  • Introducir una técnica de consuelo como el arrullo o música suave.
  • Evitar la dependencia de ciertos elementos para dormir, como el biberón o los brazos de los padres.

6-12 meses

En esta etapa, los bebés pueden dormir entre 11 y 14 horas diarias, con siestas más predecibles y largos periodos de sueño nocturno. Sin embargo, pueden experimentar despertares nocturnos debido a la ansiedad por separación o la erupción dental.

Consejos:

  • Fomentar la autonomía del bebé para conciliar el sueño sin ayuda.
  • Mantener un horario regular de siestas y evitar que esté demasiado cansado al acostarse.
  • Introducir un objeto de apego seguro, como una mantita.

Consejos para Establecer una Rutina de Sueño Saludable

Una buena higiene del sueño es clave para que el bebé desarrolle hábitos saludables. A continuación, algunos consejos efectivos:

  • Crear un ambiente adecuado: El cuarto del bebé debe ser oscuro, silencioso y con una temperatura agradable (entre 18-22°C).
  • Establecer horarios consistentes: Acostar y despertar al bebé a la misma hora cada día refuerza su reloj biológico.
  • Implementar una rutina relajante: Baños tibios, masajes y cuentos antes de dormir pueden ayudar al bebé a asociar estas actividades con la hora de dormir.
  • Favorecer la independencia: Intentar que el bebé se duerma solo en su cuna en lugar de en los brazos de los padres.
  • Evitar la sobreestimulación: Jugar activamente antes de dormir puede dificultar que el bebé se relaje.

Cómo Manejar los Despertares Nocturnos

Es normal que los bebés se despierten varias veces durante la noche. Sin embargo, hay estrategias que pueden ayudar a minimizar estos despertares:

  • Observar antes de intervenir: A veces, los bebés pueden volverse a dormir solos si no son atendidos inmediatamente.
  • Reducir gradualmente la alimentación nocturna: Si el pediatra lo autoriza, se puede espaciar progresivamente las tomas nocturnas.
  • No cambiar pañales innecesariamente: A menos que esté sucio o mojado, evitar despertarlo completamente para cambiarlo.
  • Evitar reforzar malos hábitos: Si se acostumbra a dormir solo en brazos o con un chupón, puede volverse dependiente de ello.

El sueño del bebé durante su primer año es un proceso en constante evolución y puede presentar desafíos para los padres. Sin embargo, con paciencia, una rutina adecuada y estrategias efectivas, es posible establecer hábitos de sueño saludables. Recordar que cada bebé es diferente y que, en caso de dudas o dificultades persistentes, siempre es recomendable consultar con un pediatra o especialista en sueño infantil. Un descanso adecuado no solo beneficia al bebé, sino también a toda la familia.