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Alimentos que favorecen el sueño: Qué comer para dormir mejor

Si bien existen diversas estrategias para mejorar la calidad del sueño, como la creación de una rutina nocturna o la práctica de la meditación, a menudo se pasa por alto la influencia que la dieta puede tener en nuestro descanso.

Desde Grupo Todoplano hemos explorado cómo ciertos alimentos pueden ayudarte a dormir mejor y cómo incorporarlos en tu dieta diaria.

1.Almendras

Las almendras son una excelente fuente de melatonina, una hormona que regula los ciclos de sueño y vigilia. La melatonina se produce naturalmente en el cuerpo, pero también se puede obtener a través de ciertos alimentos. Además, las almendras son ricas en magnesio, un mineral que juega un papel clave en la calidad del sueño, especialmente en personas que sufren de insomnio. Un estudio publicado en el Journal of Research in Medical Sciences encontró que la suplementación con magnesio mejoró significativamente la calidad del sueño en adultos mayores con insomnio. Incorporar un puñado de almendras como merienda nocturna puede ser una estrategia sencilla y deliciosa para promover un sueño más reparador.

2. Plátanos

Los plátanos son conocidos por ser una excelente fuente de potasio y magnesio, dos minerales que ayudan a relajar los músculos y calmar el sistema nervioso. Además, contienen triptófano, un aminoácido esencial que el cuerpo convierte en serotonina, un neurotransmisor que promueve la relajación, y melatonina, que regula el sueño. Comer un plátano como merienda antes de acostarte no solo puede satisfacer un antojo dulce, sino que también puede facilitar el proceso de quedarse dormido y mantenerse dormido durante la noche.

3. Té de Manzanilla

El té de manzanilla es uno de los remedios más antiguos y populares para inducir el sueño. Este té contiene apigenina, un antioxidante que se une a ciertos receptores en el cerebro, promoviendo el sueño y reduciendo los síntomas de insomnio. Un estudio publicado en la revista *Phytomedicine* encontró que el extracto de manzanilla mejoró significativamente la calidad del sueño y la somnolencia diurna en adultos mayores. Una taza de té de manzanilla antes de acostarse no solo puede ayudarte a relajarte, sino que también puede ser una parte reconfortante de tu rutina nocturna.

4. Kiwi:

El kiwi es una fruta baja en calorías pero alta en nutrientes, que ha sido vinculada a la mejora de la calidad del sueño. Un estudio realizado en la Asia Pacific Journal of Clinical Nutrition descubrió que las personas que comieron dos kiwis una hora antes de acostarse experimentaron mejoras significativas en la calidad y duración del sueño. Los investigadores sugieren que la alta concentración de antioxidantes y serotonina en el kiwi podría ser responsable de estos efectos. Considera añadir esta fruta a tu dieta nocturna como un postre saludable y un potenciador del sueño.

5. Avena:

La avena es un alimento versátil que puede consumirse en cualquier momento del día, pero es particularmente beneficiosa antes de acostarse. La avena es una fuente natural de melatonina y carbohidratos complejos, que pueden aumentar la disponibilidad de triptófano en el cerebro. Estos carbohidratos ayudan a que más triptófano cruce la barrera hematoencefálica, donde puede convertirse en serotonina y melatonina. Un pequeño tazón de avena antes de acostarse, especialmente si se combina con leche, puede ser una excelente manera de preparar tu cuerpo para el sueño.

6. Pescado: Omega-3 para un Sueño Reparador

El pescado, especialmente las variedades ricas en ácidos grasos omega-3 como el salmón, el atún y la caballa, puede tener un impacto positivo en la calidad del sueño. Los omega-3 y la vitamina D presentes en estos pescados están asociados con la producción de serotonina, la cual juega un papel crucial en la regulación del ciclo sueño-vigilia. Un estudio publicado en el Journal of Clinical Sleep Medicine encontró que el consumo regular de pescado mejoró la calidad del sueño en adultos, probablemente debido a la combinación de estos nutrientes que favorecen la síntesis de melatonina. Incluir pescado en tu dieta varias veces a la semana no solo beneficiará tu salud cardiovascular, sino que también puede ayudarte a dormir mejor.

7. Leche Caliente

La leche caliente ha sido un remedio tradicional para el insomnio durante generaciones. La leche contiene triptófano y calcio, que ayudan a la conversión de triptófano en melatonina. Además, el acto de beber una bebida caliente puede tener un efecto calmante, lo que contribuye a la relajación antes de acostarse. Si tienes problemas para dormir, una taza de leche caliente podría ser una solución sencilla y efectiva.

Consejos adicionales para mejorar el sueño

Además de incorporar estos alimentos en tu dieta, es crucial mantener una rutina de sueño regular. Evitar la cafeína y las comidas pesadas antes de acostarte, así como crear un ambiente propicio para el sueño, también pueden marcar una gran diferencia en la calidad de tu descanso.

El sueño es una parte esencial de nuestra salud y bienestar, y la alimentación juega un papel crucial en la calidad de nuestro descanso. Al incorporar alimentos como almendras, plátanos, té de manzanilla, kiwi, avena, cerezas, pavo y leche caliente en tu dieta diaria, puedes mejorar significativamente tu capacidad para conciliar el sueño y disfrutar de un descanso reparador. Recuerda que pequeños cambios en tu dieta pueden tener un gran impacto en tu salud a largo plazo. ¡Dulces sueños!

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